b5 De Mondújar a Ízbor

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Entrada a Mondújar

  • Introducción histórica:
    • TESTIMONIO: «Cuando aún estaba acalorada mi mente con el tema del infortunado Boabdil, me puse a buscar los recuerdos de él que aún existen en este escenario de su soberanía y de sus infortunios. … Busqué luego la puerta por donde Boabdil salió por última vez de la Alhambra, cuando iba a entregar su capital y su reino. Con el melancólico capricho de un espíritu abatido, o quizá por algún sentimiento supersticioso, pidió a los Reyes Católicos que a nadie, en adelante, se le permitiera pasar por ella. Su ruego, según las antiguas crónicas, fue atendido, gracias a la compasión de Isabel, y la puerta fue tapiada. En vano pregunté durante algún tiempo por tal puerta; al fin mi humilde servidor Mateo Jiménez me dijo que debía de ser una cerrada con piedras que, según lo que había oído decir a su padre y abuelo, era la puerta por donde salió el Rey Chico de la fortaleza. Había un misterio en torno a ella y los más viejos habitantes no recordaban que se hubiese abierto jamás. Me condujo a aquel lugar. La puerta se halla en el centro de lo que fue en otro tiempo una inmensa mole, llamada la «Torre de los Siete Suelos». Es famosa en aquellos lugares como escenario de extrañas apariciones y encantamientos moriscos. Según Swinburne el viajero, era originariamente la gran puerta de entrada. Los anticuarios de Granada dicen que era la entrada a aquella parte de la real residencia, donde se situaba la escolta del rey. Por lo tanto bien pudiera constituir una entrada y salida inmediata al palacio; mientras que la gran puerta de la Justicia servía de entrada oficial a la fortaleza. Cuando Boabdil salió por ésta puerta para descender hasta la vega, donde iba a entregar las llaves de la ciudad a los soberanos españoles, dejó a su visir, Aben Comixa, en la puerta de la Justicia, para que recibiese al destacamento del ejército cristiano y a los oficiales a los que se les iba a entregar la fortaleza. La que en otro tiempo fuera temible «Torre de los Siete Suelos» es ahora una pura ruina, ya que fue volada con pólvora por los franceses cuando abandonaron la fortaleza. Grandes bloques de murallas yacen esparcidos, enterrados en las exuberantes hierbas u ocultos por cepas e higueras. Aún se conserva el arco de la puerta, aunque agrietado por la conmoción; pero el último deseo del pobre Boabdil se ha cumplido, aunque involuntariamente, una vez más, ya que la puerta se ha cerrado con piedras sueltas procedentes de las ruinas, que impiden el paso». (Washington Irving, «Cuentos de la Alhambra»).
    • RECORDANDO EL PASADO: «Hoy ha nacido mi hijo, Ahmad será su nombre. Para que tenga la voz fuerte y clara, su madre, que alardea de no ser supersticiosa, le ha restregado la boquita con un antiguo florín de oro; para que tenga gracia -como yo, dice- le ha puesto un grano de sal entre los labios. Sus nodrizas, para que el pelo le crezca recio, han traído, antes de que el sol terminara de salir, agua de la fuente del camino que se desvía al pie de la Sabica, y le han frotado con ella la cabeza, ante la alarma de la madre, temerosa de que con el masaje no se le cierre bien la fontanela. Para que sea fuerte, yo le he puesto sobre los puñitos la espada de Al Hamar, el Fundador de nuestra Dinastía. Y he mandado venir al imán de la Gran Mezquita y al de la Alhambra -que, por cierto, se odian- para que recen sobre la cuna a fin de que las fuerzas del alma se unan a las del cuerpo, si es que no son las dos la misma cosa» (Antonio Gala, «El manuscrito carmesí»).
    • TRES SOBERANOS Y UN REINO: «Entre 1482 y 1489, en un intervalo de sólo siete años, tres hombres lucharon, de modo encarnizado, disputándose la posesión de un trono y de un reino que ninguno pudo lograr plenamente, excepto en momentos esporádicos, de escasa duración.  Cada combatiente tuvo que conformarse con poseer el dominio y la soberanía de algunas partes del reino, con Granada como objetivo más ansiado, pero ninguno, salvo Muley Hacén, lo consiguió de modo completo. Cada victoria lograda por uno sobre otro suponía desgaste, pérdida de hombres, de tierras y de dinero, y dolor sin fín. Los verdaderos vencedores de cada batalla eran los cristianos que apretaban el cerco más y más. Aquellos tres hombres se conocían bien entre sí, llevaban la misma sangre. Eran dos hermanos y el hijo de uno de ellos. Hermano contra hermano, hijo contra padre, sobrino contra tío. Se llamaban Abu l-Hasan Alí, más conocido como Muley Hacén. Muhammad ben Sad, su hermano, famoso con el nombre de El Zagal, y Abu Abd Allah Muhammad, Boabdil, hijo de Muley Hacén y sobrino de El Zagal». (Camilo Álvarez de Morales y Ruiz-Matas, «Muley Hacén, El Zagal y Boabdil»).

  • Datos de la etapa:
    • Itinerario: Mondújar-Talará-Chite-Béznar-Los Peloteos-Presa embalse de Béznar-Ízbor.
    • Descripción:
      • Mondújar es una localidad española perteneciente al municipio de Lecrín, en la provincia de Granada, comunidad autónoma de Andalucía. Cerca de esta localidad se encuentran los otros núcleos urbanos de Lecrín: Talará, Acequias, Murchas, Chite y Beznar (con su pedanía de Los Peloteos). Mondújar está situada junto a la autovía de Sierra Nevada-Costa Tropical, en la ladera suroccidental de Sierra Nevada. Era famosa ya en el reino nazarí por su castillo, donde se detuvo el rey Boabdil en su salida hacia Las Alpujarras después de entregar Granada a los Reyes Católicos. La localidad tiene 676 habitantes (354 varones y 322 féminas), repartidos entre el barrio de la iglesia, más antiguo, y el barrio nuevo. Está enclavada a 738 m de altitud. Mondújar dista 30 km de la ciudad de Granada. Entre sus cultivos, destacan los olivos, los almendros y los agrios.
      • Iniciamos el recorrido desde la explanada-aparcamiento que hay junto a la Iglesia de Mondújar. Antes de comenzar nuestro caminar, echamos la vista atrás, para divisar, por última vez: los cipreses del antiguo cementerio (donde posiblemente se encuentren sepultados los restos mortales de Moraima, la esposa de Boabdil), el barrio del Cerrillo (donde se ubicaba un antiguo macáber musulmán, descubierto en el año 2.000, durante las obras de construcción de la autovía) y el cerro del Castillejo (sobre el que se conservan los restos del Castillo de Mondújar, construido por el rey Muley Hacen, como regalo de bodas para su segunda esposa, la cautiva cristiana Dª Isabel de Solís, conocida como Zoraya = «Lucero de la mañana»). Descendemos por la Avenida Europa (antigua Colada del camino de Granada). Dejamos a la derecha, la calle Feche, donde en 1983, al efectuar unas obras de desmonte para la construcción de una casa, se encontraron unas termas romanas del siglo I d.C. (las obras de arte y arqueológicas encontradas en su excavación, así como una maqueta de las termas, se encuentran depositadas en el Museo Arqueológico de Granada).
      • Pasamos de Mondújar a Talará, cuyas poblaciones prácticamente están unidas. Al llegar al cruce de la calle Granada, dejamos a la derecha, la antigua venta de la Guapa ó de la Dolores, hoy, Venta Natalio (un clásico, de parada obligada, camino de la playa, cuando la carretera nacional 323 era la principal vía de comunicación entre Granada y la Costa). Junto a la venta, unos altos cipreses nos indican la ubicación del antiguo Molino del Marqués de Mondújar. Seguimos por la calle Granada, pasando junto al edificio del Ayuntamiento del municipio de Lecrín (edificio construido en 1973, tras la formación por fusión del municipio de Lecrín) y la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción (obra del siglo XVI, reformada en el siglo XVIII), punto en el que nos desviamos a la derecha, por el camino de Chite. Dejamos el casco urbano de Talará, quedando a la derecha las instalaciones del Colegio Público «Flor de Azahar».
      • El antiguo camino de Chite, antes empedrado, está hoy asfaltado. Nos acompañan en suave descenso, el colorido y la fragancia, de naranjos, limoneros, higueras, granadas, chumberas y perales, y el agradable sonido del canto de los pájaros y el rumor del agua en las acequias. Llegamos al barrio bajo de Chite, divisando en la distancia la blancura de la Ermita del Santo Cristo del Zapato (ocupando la cumbre del cerro Chinchirina) y el blanco caserío de Pinos del Valle. Pasamos junto a la Iglesia Parroquial (antes de la Santa Cruz y hoy de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora), cuya torre octogonal fue reconstruida tras el trágico terremoto del día de Navidad del año 1.884, con amargo recuerdo en toda la comarca del Valle de Lecrín y de Alhama y la zona del pantano de los Bermejales.
      • Tomamos el antiguo camino que conducía hacia Pinos del Valle, conocido también como camino del Moginal. Las aguas del embalse de Béznar hicieron desaparecer el tramo en que, antiguamente, este camino vadeaba el curso del río Grande, por ello, entre frondosos naranjos y limoneros cargados de abundantes frutos y con el azahar emanando denso y atractivo olor,  debemos llegar a las inmediaciones de la orilla del embalse. Pasamos junto a la gran Alberca de los Llanos (de obra morisca, pero su origen posiblemente sea muy anterior) y los restos de un gran y antiguo cortijo, cuyo nombre ha desaparecido con el tiempo…Comenzamos a descender. A la izquierda, vemos que la rambla de Chite se convierte en el abrupto y espectacular Barranco de Arrendate. Llegamos a un cruce, donde seguimos a la izquierda, por llano, en dirección hacia el Cortijo Casa Moginar. Una antigua acequia se abre paso a través de una mina excavada en la ladera. Cuando ya divisamos las aguas del pantano de Beznar, el Cortijo Casa Moginar y cerro amesetado donde se ubican los restos del Castillo de Chite, conocido también como El Castillejo, nos desviamos a la izquierda, pasando por una trinchera. El sendero, en descenso, se hace camino y nos lleva a vadear el curso del arroyo de la rambla de Chite en el Barranco de Arrendate. El camino bordea el pantano de Beznar, siguiendo la sinuosidad de su contorno. El Barranco de la Calavera, al llegar a la orilla del pantano, se convierte en un acantilado impresionante. Dejamos la visión del pantano para dirigirnos hacia el casco urbano de Béznar.
      • El pueblo de Béznar edificó sus casas siguiendo la línea de la antigua carretera nacional N-323 que  bajaba desde Granada a Motril y hoy en día apenas tiene tráfico, ya que es la cercana autovía la que cumple ahora esa función. Caminamos por sus tranquilas calles, acercándonos a su Iglesia gótico mudéjar de Santa María la Mayor hoy de San Antonio Abad (siglo XVI), un muy bien conservado Lavadero situado en el Barrio del Fuerte y conocido como «El Chorreón» y luego junto a la pequeña ermita de San Antón contemplar asombrados el gran monumento elevado al típico y tradicional Mosquetero, un personaje que remonta su origen a las luchas habidas cuando el levantamiento de los moriscos, y que aún hoy en dia tienen un papel muy arraigado al folklore y tradición de este pueblo. Nota: la Hermandad de Mosqueteros y Arcabuceros del Santísimo, rememora cada año, los días  8 y 9 de septiembre, la acción militar acaecida en la Lagunilla del Barranco de Tablate en 1.566, durante la Rebelíón de los Moriscos.
      • Abandonamos Béznar por la mencionada antigua carretera N-323, cruzando el profundo Barranco de Quete por el puente de Isabel II y pasando junto a las antiguas ventas del Grau y de Galicia. Nos acercamos ahora a la pedanía de reciente construcción de Los Peloteos, procediendo sus habitantes de una pequeña aldea (conocida como Barrio Bajo o Barrichuelo) que quedó cubierta por las aguas del embalse y que después de la expropiación recibieron sus casas enclavadas en este nuevo sitio. Una vez atravesado Los Peloteos, y siempre por el lado izquierdo, superamos ahora campo a través, una suave ladera hasta llegar a la carretera que va hacia la presa de Béznar y a Pinos del Valle. 

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        Presa de Béznar con Pinos del Valle al fondo.

      • Pronto llegamos a la presa de Beznar. Construída entre 1.977 y 1.985 en la zona del Salto del Lobo (un estrechamiento del terreno en el que podía saltar un lobo de una ladera a otra), recoge las aguas del río de La Laguna, río Dúrcal, río de las Albuñuelas, río Torrente y rambla de Chite. Tiene una cuenca de 352 km2 de superficie, una capacidad de 53,3 Hm3 y una superficie de 170 Ha. La presa está construída con una bóveda de doble curvatura con estribos de gravedad y tiene una altura sobre el cauce de 110 metros. Desde el pretil de la presa se pueden contemplar hermosas vistas del Valle de Lecrín por un lado y la espectacular caída del desagüe al fondo y que va aportando caudal el río Ízbor que vemos al fondo siguiendo su curso.
      • Una vez superada la corona de la presa, tomamos dirección Pinos del Valle, para junto al aparcamiento que hay junto a la presa, abandonar el asfalto y desviándonos a la izquierda, tomar un carril de tierra dirección sur bordeando una gran y antigua cantera, ya abandonada.
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Valle del rio Beznar dirección Ízbor.

      • Atravesamos espesos naranjales y limoneros que se encuentran protegidos del frío por elevados olivos centenarios. Enlazamos con el «sendero de Almaa», antiguo camino de herradura que enlaza los núcleos de población de Pinos del Valle, Izbor y Los Acebuches. Junto al sendero, nos acompaña una acequia. Iniciamos una larga y serpenteante bajada, en la que vamos cambiando de paisaje conforme avanza el descenso, pasando de la zona superior, cubierta de matorrales y azotada por el viento, a la inferior, en la que se nota la mano ancestral del hombre agricultor y vamos al abrigo de una espesa vegetación de olivos, naranjos, limoneros, aguacates y algarrobos.
      • Finalizamos la bajada al llegar junto al cauce de cristalinas aguas del Barranco de Zaza. Lo vadeamos y comenzamos a subir, dejando a la izquierda una pequeña huerta donde se cultivan todo tipo de hortalizas y árboles frutales, y a la derecha los restos de un antiguo cortijo. El sendero está empedrado y escalonado. Tras pasar junto al antiguo molino de sangre de Miguel Hernández, en el que se molturaba aceite y que hoy ha sido rehabilitado como vivienda familiar, ya vemos al otro lado de un barranquillo el casco urbano de Izbor. Bajamos, vadeamos el barranco, pasando junto a un grandioso ejemplar de aguacate, y subimos un corto sendero en zig-zag que nos lleva hasta la calle Algarrobillo de Izbor.
      • Las estrechas calles de profundo sabor morisco del pueblo de Ízbor, nos reciben finalmente. Un pueblo de gente acogedora, tranquila, por la que parece que no ha pasado el tiempo, que toma el sol en los poyos de sus casas, con vistas al campo, siempre prestas a ayudar y a obsequiar con un saludo y una palabra amable al foráneo viajero que se aviene a caminar por sus sorprendentes calles y plazas. Terminamos nuestro recorrido en la misma puerta de la Iglesia de San José, cuyo interior podemos visitar gracias a la gentileza de Eugenia, una izboreña que no duda en abrirnos sus puertas.
    • Recorrido: Lineal, 13,4 kms.
    • Dificultad: Requiere una preparación física Media, aunque el trazado de la ruta es Fácil.  Índice de dificultad IBP 43. Ver más datos IBP aquí>>>
    • Tiempo en movimiento: 4 horas.
    • Acumulado: 204 m subiendo; 580 m bajando.
    • Media en movimiento: 3,5 kms/h
  • Ver todas las fotos de la etapa aquí>>>

Captura de pantalla completa 23032017 111906.bmp

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  • Datos de Interés:
    • Alojamiento: En Ízbor no existe ningún establecimiento que permita quedarnos a pernoctar.
    • Gastronomía: No hay establecimientos en los que podamos avituallarnos, aunque siempre podremos echar mano de alguna exquisita naranja.
    • Transporte: ALSA
    • Lugares a visitar: Iglesia de San José.
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Entrando a Ízbor.


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